Polos Iguales
No me impacienta que lo entiendas,
quizás nunca lo escuches,
ni valores lo que intento ser
capaz de explicarme en un poema.
Y es que me resulta tan
atrevido escribir sobre ti;
es un reto escribirle a la perfección
con los adjetivos perfectos.
Pero es que sostienes lo
ojos más intensos que jamás me han mirado.
Y que cuando pisas, (y
siempre pisas fuerte),
desarmas todos mis puntos
cardinales,
incluso el norte, y mira si no quiero yo el norte...
Quiero gritarle al mundo
entero que te tengo, que ya te he encontrado.
Pero tú no sabes de mi
existencia, aunque sepas que existo; y yo,
yo ya sabía de la tuya
sin saber que existías.
(Porque un día huí, huí
para conseguir encontrarte.)
Pero es que esta ciudad
se vuelve tan exorbitante cuando necesito de tus vocales.
Y
es que supongo que lo trágico de todo esto es que tú no te darás
cuenta,
que tu vida pasará al fino de la mía
en copiosa sincronía,
pero a mi siempre me poseerá la cobardía,
ese miedo del que no me desharé para colarme en tu ropa.
Pero...¿sabes?,
a mi me
sobra con que estés, aunque te parezca una osadía.
Y
es que tu has sabido engranarme sin utilizar tus manos,
y has pasado
a formar parte del caos de mi tinta;
mientras yo,
yo me doy de ostias con la razón para que me explique porque estoy escribiendo todo esto,
(y es que mis horas solo avanzan con sentido a tus caderas).
yo me doy de ostias con la razón para que me explique porque estoy escribiendo todo esto,
(y es que mis horas solo avanzan con sentido a tus caderas).
Porque tú eres una de esas razones por las que creo que vivo entre gigantes.
Por eso te agradezco los
besos que no hemos tenido,
ni que tendremos,
porque ya sabemos lo que
pasa con los polos iguales.
Pero no te engañes, lo imposible es por definición posible;
así
que tu sonríe, por favor,
no dejes de hacerlo.
no dejes de hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario